Restablecimiento de relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede

 

Durante el gobierno de Salinas, se logró un importante avance en la relación entre México y la Santa Sede, tras décadas de tensiones y conflictos. En 1992, se restablecieron oficialmente las relaciones diplomáticas entre ambos, abriendo la puerta a un diálogo directo y a una cooperación más estrecha en diversos ámbitos.

Este acontecimiento marcó un hito significativo en la relación entre el Estado mexicano y la Iglesia Católica. Después de décadas de políticas de separación entre la Iglesia y el Estado, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas permitió una mayor apertura y cooperación en áreas de interés común, como la promoción de los derechos humanos, la educación y la asistencia social. 

El restablecimiento de las relaciones con la Santa Sede también tuvo implicaciones políticas y simbólicas. Fue un reconocimiento de la importancia de la Iglesia Católica en la sociedad mexicana y un intento de fortalecer la relación entre ambas instituciones.